“Una pintura puede aterrizar en cualquier lugar: sobre un huevo, el pliegue de un codo, la nieve, el hielo, o la playa”

La artista alemana Katharina Grosse es reconocida por llevar hasta los límites las posibilidades de la pintura en lo que respecta a lugares, condiciones y características.
Es habitual en sus trabajos el comenzar en una diáfana localización bien iluminada. Además del color, que es el protagonista de sus obras por su impacto inmediato, la luz es lo que hace que sus colores creen diferentes movimientos. Hay tantos puntos de vista en sus obras como lugares físicos puedas adquirir dentro o alrededor de ellas.



The Horse Trotted Another Couple of Meters, Then It Stopped (2018) para Carriageworks, Sydney
Wunderbild (2018), para la Galería Nacional de Praga
Prototypes of Imagination, Gagosian Britannia Street (2018)